Querida Helena,
Hoy hace ya tres años que viste la luz por primera vez. Tres años desde que abandonaste el cálido abrigo del vientre de tu madre, que dejaste de oir el rumor de su corazón y te enfrestante a la locura de la vida.
Dialogo epistolar de un padre a su pequeña hija, pequeñas confesiones de un corazón roto en busca de la sonrisa que nunca llegó a ver.