domingo, 20 de mayo de 2012

Un ángel más en el cielo

Querida Helena,

Hoy te escribo con el corazón en un puño, no por mí, ni por tí, ni por tu madre o tu hermano, ni por tus abuelos, tios o primos, si no por ese ángel sin alas que es Francisco Javier. Tanto él como sus padres lucharon tanto y nos dieron su cariño y su amor cuando más falta nos hacía. Y el jueves, su corazón decidió que era ya el momento de cambiar de aires.

Aún recuerdo el día en que le conocí, en su silla, tranquilo y medio dormido por los calmantes, y como poco a poco iba mejorando en el hospital, con cada día que pasaba me llenaba el corazón de gozo ver sus tremendas ganas de jugar, de reirse, de vivir. Y yo no podía evitar tener esperanzas de verte sonreir como él.

Cada vez que sus padres y él entraban en tu habitación, era un soplo de aire fresco, el día se volvía más cálido y brillante, y las penas eran menos. No tengo palabras para expresar la alegría que me inundó cuando le vi caminar en el hospital y le dieron por fin el alta.

Pero Francisco Javier sufría una muy grave enfermedad, que volvió con fuerza y le volvió a postrar en la cama, e incluso le obligó a volver a viajar de su Olula natal hasta Barcelona. Tú ya te habías ido, y el volver al hospital me inundaba de amargos recuerdos, pero bastaba una de sus sonrisas, o verle feliz jugando con Héctor, para que de nuevo mis penas fueran menos.

Al final no pudo ser, luchó y luchó contra una enfermedad que le tenía ganada la partida de antemano y aún y así no se rindió, ni él, ni sus padres. A ellos, ahora les queda lo peor, aprender a vivir sin un pedazo de su vida, volver a aprender a disfrutar de las pequeñas cosas y convencerse de que él, ahora, está en un lugar mejor.

Francisco Javier ha subido al cielo, tras tantos años regalándonos sonrisas sus ojos se han cerrado para siempre y, ya por fin, descansa. A partir de ahora te corresponde a ti, hija mía, cuidar de él y hacerle compañía. Espero que tú, Alba y él juguéis juntos y os hagáis los más grandes amigos.

Tu padre que te quiere.

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