jueves, 9 de febrero de 2012

Tal día como hoy

Querida Helena,

Tal día como hoy, hace 365 días, llegaste al mundo. Llegaste con prisas, avasallando, abriéndote camino, sin esperar a la Doctora Guasch. Llegaste sin ayuda, no hizo falta empujarte, tenías ansia de libertad, quizás ya intuías que era poco el tiempo que estarías con nosotros y no querías malgastarlo. En ti ardía fuerte la llama de la vida, una llama breve, pero que brillo más que sol, y que al igual que el astro rey, nos dió calor y nos marcó para toda nuestra vida.

Hace un año me volviste a hacer el hombre más feliz del mundo. Lo hiciste, al igual que lo hizo tu hermano al nacer tres años antes o como lo hizo tu madre al entrar radiante en la iglesia el día de nuestra boda, simplemente estando allí, dejándome abrazarte, sintiendo tu fuerte corazón.

Si todavía estuvieses aquí, probablemente te haríamos un pastel con una gran vela y te colmaríamos de regalos, de mimos, de besos y de abrazos y tu hermano Héctor te cantaría el Cumpleaños Feliz con su vocecilla tímida, que empieza tan fuerte y alta y que con cada estrofa se va apagando hasta casi desaparecer.

Pero no lo estás, y me parece tan injusto que tú no puedas escucharlo ni tan siquiera una vez, que no puedo por más que escribirte aquí la letra, para que al leerla sientas esa pequeña maravilla que nos invade a cada uno, cuando aquellos a los que queremos se reúnen junto a ti para celebrar que la Tierra a vuelto a dar otra vuelta alrededor del Sol.

Cumpleaños feliz,
cumpleaños feliz,
te deseamos todos
cumpleaños feliz..

Y ahora sopla fuerte y apaga esa vela, que va siendo hora de comerte tu pastel.

Tu padre que te quiere.

2 comentarios:

  1. Una canción que muchos quisieramos corearte, y lo hacemos desde dentro, en silencio, como cuando uno habla consigo mismo creyendo que somos más que animales racionales.

    ResponderEliminar
  2. Esa canción que pudiste escuchar cuando sorprendsiste a tu padrino acompañándole en la celebración de su cumple en el Zoo y ahora te cantará tu abuelo paterno. La misma que ahora te cantamos desde dentro.

    ResponderEliminar

Por favor, háblale a Helena...