viernes, 9 de marzo de 2012

Saltar sin red

Querida Helena,

Hoy me gustaría hablarte de las oportunidades que la vida nos da, y de ese miedo que todos tenemos cuando nos encontramos ante el abismo, y debemos decidir si saltar para alcanzar el otro lado, o bien quedarnos allí mirando como todos se alejan y tú te quedas solo sabiendo que lo que dejas marchar ya nunca más volverá.

En la vida de toda persona, llega un momento en que nos sentimos seguros, ya sea personal o profesionalmente, todo parece encajar y una sensación de paz y confort nos embarga. En la mayoría de los casos, nos acomodamos a ella y dejamos pasar el tiempo sin buscar ningún cambio, para que todo siga igual. Y si por algún motivo ajeno a nosotros algo cambia, nos movemos y tendemos a amoldarnos a esa nueva situación, para recuperar la paz de espíritu.

Pero el tiempo pasa y cuando uno echa la vista atrás se da cuenta que han habido muchos pequeños cambios y ya no se siente a gusto, ni siquiera está en paz consigo mismo y volver al principio, a ese momento perfecto, es imposible, ya sea porque nuestra vida actual es incompatible con ello, o porque volver no arreglaría nada.

Así que lo único que nos queda es romper con todo, dejar atrás la seguridad y saltar sin red, sabiendo que si eres capaz de llegar al otro lado una nueva vida llena de esperanza, alegría y nuevos retos te esperan, pero sin olvidar que quizás te quedes corto y acabes estrellándote, perdiendo todo lo que tienes.

Hija mía, yo me encuentro en uno de esos momentos. Seguir donde estoy solo me sirve para sentir día tras día que me hundo en una ciénaga en la que los demás parecen flotar sin problemas, y aunque me aterra dejar la seguridad, sé, desde el fondo de mi corazón, que mi futuro está al otro lado, más allá de ese abismo. Ya se me han acabado las excusas, todo a mi alrededor se desmorona y mi única salida es saltar, aunque sea sin red.

Tu padre que te quiere.

2 comentarios:

  1. Me gusta esa frase que dice: "Los barcos están más seguros en puerto, pero no se hicieron para eso"

    SALTA!!

    ResponderEliminar
  2. "Cada vez que te sientas extraviado, confuso, piensa en los arboles, recuerda su manera de crecer. Recuerda que un arbol de gran copa y pocas raices es derribado por la primera rafaga de viento, en tanto que un arbol con muchas raices y poca copa a duras penas deja circular su savia. Raices y copa han de tener la misma medida, has de estar en las cosas y sobre ellas: solo asi podras ofrecer sombra y reparo, solo asi al llegar la estacion apropiada podras cubrirte de flores y de frutos.
    Y cuando ante ti se abran muchos caminos y no sepas cual escoger, no te metas en uno cualquiera al azar: sientate y aguarda. Respira con la confiada profundidad con que respiraste el dia en que viniste al mundo, sin permitir que nada te distraiga: aguarda y aguarda mas aun. Quedate quieto, en silencio y escucha a tu corazón. Y cunado hable, levantate y VE DONDE EL TE LLEVE" Susanna Tamaro
    Un abrazo Javi!

    ResponderEliminar

Por favor, háblale a Helena...