sábado, 9 de junio de 2012

Stress para sentirse vivo

Querida Helena,

Dicen que la mejor manera de olvidar es no pensar. Si no nos torturamos constantemente repasando mentalmente aquello que nos duele, poco a poco, los detalles se vuelven menos vívidos, menos cortantes, como aquellas piedras angulosas, que a base de rodar corriente abajo, se acaban trasformando en cantos rodados, redondos y pulidos, sin aristas que te puedan cortar.

¿Y por qué te digo esto? ¿Acaso mis recuerdos de lo que pasó se han vuelto tan borrosos que ya no duelen? No cariño mío, para eso aún queda mucho, pero estas últimas semanas el trabajo me ha absorbido tanto, que apenas ni he tenido tiempo para dormir.

Hacía muchos años que no me sentía tan vivo de nueve a seis. No es que me haga especial ilusión vivir con semejante stress, pero si que agradezco la tensión, la incertidumbre de no saber si tus decisiones serán las acertadas y la recompensa de ver llegar tu proyecto a buen puerto.

La satisfacción profesional es un tanto extraña, porque en muchísimas ocasiones es algo privado, que se circunscribe al mero ámbito personal. Si eres un buen profesional, tu trabajo probablemente no despertará curiosidad, como ese viejo reloj, que marca las horas sin retrasarse ni un segundo, si todo funciona siempre, todo se da por hecho. Así que sólo depende de uno mismo sentirse satisfecho por aquello que nunca da problemas.

Pero siempre hay quien sabe meter la pata, y arrastrar a los demás al caos más incosciente. Y eso cariño mío es lo que me sucedió hace apenas tres semanas. Alguien tomó una decisión equivocada y tu padre y sus compañeros se vieron abocados a solucionar una crisis que no provocaron. Es sólo en esos casos cuando las miradas se centran en ti, y durante unas pocas horas todo el mundo te considera un heroe, un heroe efímero, un heroe del que nadie se acordará cuando todo vuelva a estar en su sitio, cuando el viejo reloj vuelva a marcar las horas sin retrasarse ni un segundo.

No sé si vivir en una continua crisis es algo bueno, pero lo cierto es que sí que te hace sentir vivo.

Tu padre que te quiere.

1 comentario:

  1. Querida Helena,
    Hoy he asistido al bautizó de un bebé.
    Pensé que para mí sería más difícil, aunque después me he acordado de los pocos momentos positivos que vivimos antes que subieses.
    Es en esos lugares en los que un madero apunta al cielo y otro a la humanidad en los que especialmente parte de mi plegaria va para ti.
    Con mucho cariño,
    Tu padrino

    ResponderEliminar

Por favor, háblale a Helena...